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La gestión del gasto desempeña un papel fundamental en el presupuesto familiar y en la construcción de un patrimonio sólido.
Aunque mucha gente cree que es imposible ahorrar dinero, pequeños cambios en el estilo de vida pueden marcar una gran diferencia en la gestión del gasto.
Si adoptas consejos para ahorrar en casa, notarás una diferencia significativa a final de mes y podrás evitar acabar en números rojos. Es importante recordar que cada pequeña acción cuenta y puede contribuir a mejorar la gestión del gasto.
Desde la revisión de los gastos fijos hasta la adopción de medidas de consumo consciente, el artículo abarca diversos ámbitos de la gestión del gasto en los que se puede ahorrar.
También destaca la importancia de implicar a los niños en este proceso, enseñándoles gestión del gasto desde una edad temprana.
Para ayudarte en este proceso, hemos preparado un completo artículo con consejos de gestión del gasto doméstico para toda la familia, incluidos los niños. En él encontrarás estrategias prácticas y eficaces para gestión del gasto y aumentar el ahorro.
¿Qué es la economía doméstica y cuál es su importancia en la gestión del gasto familiar?
La economía doméstica es un área de conocimiento que engloba conceptos de administración, educación, nutrición y servicio social, con el objetivo de concienciar a las personas de que todos los recursos son finitos.
Sus orígenes se remontan al siglo XIX en Europa, y en Brasil comenzó a aplicarse en la década de los treinta.
Desgraciadamente, aún hoy muchas personas no tienen el hábito de ahorrar. Un estudio divulgado por el Servicio de Protección al Crédito (SPC Brasil) y la Confederación Nacional de Comerciantes (CNDL) en agosto de 2017 reveló que hay más de 59 millones de morosos en el país.
El principal objetivo de la economía doméstica es convertir el ahorro en un hábito, evitando el desperdicio y fomentando el consumo sostenible. Es un enfoque que busca equilibrar la gestión del gasto familiar, optimizando el uso de los recursos disponibles y evitando gastos innecesarios.
A través de la educación financiera, la economía doméstica pretende capacitar a las personas para la gestión del gasto de sus finanzas de forma consciente, estableciendo prioridades, fijando objetivos y adoptando prácticas de control del gasto y planificación financiera.
Adquiriendo conocimientos sobre economía doméstica, las familias pueden tomar decisiones más conscientes sobre el consumo, buscar mejores oportunidades de ahorro e inversión y desarrollar una mayor resistencia financiera ante imprevistos.
1.Controle sus finanzas
Un paso fundamental para la gestión del gasto de tus ingresos y gastos mensuales es tener una visión detallada de los mismos. Las aplicaciones bancarias son excelentes herramientas para ello. Con ellas, podrás llevar un control de tus ingresos y gastos en tiempo real.
Una de las ventajas de estas aplicaciones es la categorización de la gestión del gasto. Cada gasto se clasifica en categorías como alimentación, energía, vivienda y mucho más. Esto te permite saber en todo momento si te estás ajustando al presupuesto previsto para cada una de estas categorías.
Utilizando la aplicación, tendrás acceso inmediato a la información financiera esencial para tomar decisiones inteligentes. Podrás identificar patrones de gasto, identificar áreas en las que puedes ahorrar y ajustar tu presupuesto según sea necesario.
2.Encontrar un asesor financiero
Los bancos se comprometen a ayudar a sus clientes en la gestión del gasto en el día a día. Ofrecen apoyo tanto en persona, a través de sus asesores financieros, como mediante aplicaciones móviles que proporcionan un acceso fácil y cómodo a la información financiera.
Y a través de estas aplicaciones móviles se pueden obtener sugerencias y consejos sobre salud financiera.
Basándose en los ingresos y gastos registrados, estas apps pueden proporcionar con precisión información valiosa sobre los patrones de gasto, ayudando a los clientes a comprender mejor sus hábitos financieros e identificar las áreas en las que pueden ahorrar.
También pueden ofrecer consejos sobre cómo gestionar mejor el dinero, fijar objetivos financieros realistas y crear presupuestos personalizados.
3.Ahorrar a diario
Ahorrar en gastos energéticos o en la compra es factible, y pequeñas acciones cotidianas pueden tener un impacto considerable en el ahorro de la gestión del gasto familiar.
Un ejemplo de ello es apagar las luces cuando no se necesitan, lo que ayuda a reducir el consumo de electricidad, con la consiguiente reducción de la factura de la luz a final de mes.
Cocinar lo suficiente para varios días no sólo ahorra tiempo, sino que también reduce el consumo de gas o electricidad.
Además, ajustar el termostato sólo uno o dos grados puede suponer una diferencia significativa en el consumo de energía para calefacción o refrigeración, que se reflejará en una factura de la luz más baja.
Y a la hora de comprar en el supermercado, investigar precios, comparar marcas y optar por productos más económicos puede suponer un ahorro considerable con el tiempo.
Adoptando estas prácticas conscientes, no sólo estarás ahorrando dinero, sino también contribuyendo a un estilo de vida más sostenible y responsable.
4.Planificación financiera
La planificación financiera familiar es esencial para una gestión del gasto eficaz del dinero. Al igual que en una empresa, el objetivo es gestionar adecuadamente el capital para cubrir los gastos y necesidades diarias.
El primer paso es elaborar un presupuesto detallado, distinguiendo entre gastos fijos y variables. Es importante identificar cuáles son imprescindibles y cuáles pueden ser prescindibles, priorizando los relacionados con el bienestar y la calidad de vida. Es esencial reservar un margen para gastos imprevistos, que inevitablemente surgen con el tiempo.
Una vez elaborado el presupuesto familiar, es el momento de pensar en ahorrar. Una estrategia eficaz es la fórmula 50/30/20, que sugiere destinar el 50% del presupuesto a gastos fijos, el 30% a gastos prescindibles y el 20% al ahorro.
5. Evite utilizar tarjetas de crédito y salde sus deudas
Para una buena gestión del gasto, evite las deudas innecesarias y los tipos de interés elevados. Los plazos, las tarjetas de crédito y los cheques suelen ser los mayores enemigos de las personas endeudadas. Al final, los intereses pagados suelen superar el valor original de la compra.
En agosto de 2017, los tipos de interés de los descubiertos alcanzaron el 371,3% anual, mientras que los de las tarjetas de crédito revolving llegaron al 397,4% anual. Esto significa que es mucho más ventajoso y económico pagar al contado.
Al evitar los pagos a plazos, tendrá mucho más control sobre sus compras. Esto fomenta el consumo consciente y la investigación antes de comprar cualquier cosa. Tendrá la oportunidad de evaluar si realmente necesita el producto o servicio, comparar precios y buscar alternativas más asequibles.
Al elegir pagar en efectivo, evita caer en una espiral de deudas y altos tipos de interés. Esto le proporciona una mejor gestión del gasto y la libertad de utilizar su dinero de forma más eficiente.
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